Los riesgos biológicos emergentes son aquellos que, o bien no existían o existían, pero no los conocíamos, o bien no se consideraban un riesgo. Este cambio en su valoración puede deberse a nuevos descubrimientos científicos o percepciones sociales. Es importante tener en cuenta estos factores, puesto que las Enfermedades Profesionales causadas por agentes biológicos sufrieron un incremento de 981 casos en 2017, a 1425 casos en 2018.

Factores implicados en la aparición de riesgos biológicos emergentes.

Riesgos en el trabajo relacionados con epidemias mundiales.

La globalización, la elevada densidad de población y el aumento de viajes de negocios y turismo, favorece la aparición de nuevos agentes patógenos y los grupos de trabajadores con mayores riesgos de contraer estas enfermedades en sus puestos de trabajo:

  • Personal sanitario.
  • Industria ganadera
  • Personal de aeropuertos y tripulaciones de líneas aéreas.
  • Trabajadores de controles fronterizos.
  • Conductores en el transporte público.

Dificultad en la evaluación de los riesgos biológicos.

Actualmente no hay estudios suficientes que pongan de manifiesto una clara relación entre dosis y efecto, dificultando la correcta evaluación de los riesgos biológicos, además los daños para la salud del trabajador dependen en gran medida de la susceptibilidad individual del trabajador.

Algunos ejemplos:

Epidemias víricas locales que se convierten en pandemias.

Aparición de focos epidémicos locales, que se universalizan con la globalización y se extienden convirtiéndose en pandemias, como los recientes casos de los virus ébola, SARS, etc., y sobre todo este último coronavirus de Wuhan.

Mohos y microorganismos suspendidos en el aire.

Se conocen más de 100.000 especies de mohos, pero es posible que existan más de 1,5 millones en todo el mundo. La exposición a estos agentes puede producir asma, enfermedades respiratorias de las vías altas, dolor de cabeza, síntomas pseudogripales, infecciones, enfermedades alérgicas e irritación de nariz, garganta, ojos y piel.

 

Mohos y microorganismos suspendidos en el aire

 

En oficinas y otros lugares de trabajo en interiores, que con una no revisada y sucia climatización abundan los mohos suspendidos en el aire, que contribuyen al síndrome del edificio enfermo.

Abundan también los mohos transmitidos por vía aérea en los sectores de tratamiento de residuos y depuración de aguas residuales, en la manipulación de algodón y en la agricultura.

Endotoxinas.

Las endotoxinas, componentes de la pared celular de las bacterias Gram negativo, han sido reconocidas como un importante factor etiológico de las enfermedades profesionales del aparato respiratorio, como el asma no alérgico y el ODTS (síndrome del polvo orgánico tóxico).

Entre los sectores de actividad en los que se ha descrito exposición a endotoxinas se pueden destacar: la industria del algodón y, en general, de la fibra vegetal, la cría de ganado (en particular, pollos y cerdos), manipulación de roedores, mataderos, fabricación de compost y depuración de aguas residuales e incluso los trabajadores en interiores.

Exposición a microorganismos resistentes a medicamentos.

Los antibióticos han reducido la amenaza de las enfermedades infecciosas. Sin embargo, este logro se ve en peligro por la aparición y propagación mundial de microorganismos resistentes. Cuando una población de microorganismos se expone a un antibiótico sobreviven los más resistentes. Estos por la replicación de sus genes resistentes, la transmiten a sus descendientes o a otras bacterias mediante conjugación. Este fenómeno natural, está potenciado por el mal uso de los antibióticos en el tratamiento no solo de patologías infecciosas humanas, sino también en ganadería, agricultura y acuicultura.

Los trabajadores sanitarios están en situación de riesgo debido a la aparición de microorganismos como el Staphylococcus aureus resistente a la meticilina (SARM) y a la tuberculosis extremadamente resistente a los medicamentos (XDR-TB).

En general existe una falta de información y formación adecuada de los trabajadores sobre los riesgos biológicos de su puesto de trabajo.

Para prevenir y disminuir riesgos EMESA Prevención aconseja a los empresarios que deben proporcionar toda la información disponible y promover una formación adecuada a todos los trabajadores que se encuentren expuestos a agentes biológicos, de manera que conozcan:

    • Los riesgos potenciales para la salud de su puesto de trabajo.
    • Las precauciones para prevenir la exposición.
    • Que medidas de higiene deben extremar.
    • Un uso correcto de la de ropa y equipos de protección individual.
    • Que medidas de actuación adoptar frente a incidentes y accidentes.
    • Independientemente de los riesgos biológicos de su trabajo, deben conocer los trabajadores las medidas preventivas de los riesgos biológicos emergentes que puedan afectarles.

 

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