En un Documento elaborado el 12.04.2022 por la Ponencia de Alertas, Planes de Preparación y Respuesta del Consejo Interterritorial de Sanidad, se especifican las recomendaciones sobre el uso de mascarillas en espacios interiores y en que ámbitos el uso de la mascarilla es obligatorio y en qué situaciones se recomienda un uso responsable. Siempre manteniendo el derecho individual de utilizarla en cualquier circunstancia.

El uso obligatorio continúa, en esta desescalada, en los centros sanitarios y sociosanitarios y en el transporte público, aunque con matices según se trate de personal trabajador o persona ingresada o usuario. En el resto de las situaciones se opta por hacer un uso responsable de la mascarilla, siempre que se garantice la distancia interpersonal y la ventilación adecuada. Los servicios de prevención de riesgos laborales deberán incluirlo en las evaluaciones de los puestos de trabajo.

Se recomienda un uso responsable de la mascarilla

a.- Personas con una mayor vulnerabilidad

La estrategia vigente de vigilancia y control se centra en las personas vulnerables. Así, la mayor parte de los casos hospitalizados y las defunciones se han concentrado durante la pandemia en las personas de mayor edad.

Las personas mayores de 60 años, además de la edad, pueden tener otros factores que contribuyan a aumentar este riesgo, los más importantes de los cuales son la presencia de comorbilidades y la vida en residencias cerradas. Del mismo modo, se ha observado cómo el embarazo es una situación de mayor riesgo de complicaciones del curso clínico de COVID-19, y también constituye un mayor riesgo para el propio curso del embarazo.

Finalmente, cualquier condición que afecte al sistema inmunitario tanto por causas intrínsecas como extrínsecas, tiene efectos en la respuesta ante el virus aumentando el riesgo de infección grave.

 La Ponencia de Alertas, Planes de Preparación y Respuesta recomienda: El uso de mascarilla en personas con una mayor vulnerabilidad en cualquier situación en la que tenga contacto prolongado con otras personas a distancia menor de 1,5 metros.

Mascarillas personas con vulnerabilidad

 

b) Entornos laborales distintos de los citados como obligatorio

En lugares donde coinciden muchas personas en un mismo espacio, la probabilidad de transmisión puede ser alta, aunque a día de hoy se considera que el impacto sería bajo por las altas coberturas de vacunación y la menor virulencia de las variantes circulantes. Por ello, el uso de la mascarilla se reserva para situaciones consideradas de mayor riesgo en periodos de alta incidencia de COVID-19. Estas situaciones deben ser evaluadas en cada centro de trabajo, teniendo en cuenta la ventilación de los espacios, el nivel de ocupación, la distancia interpersonal, el tiempo de permanencia, la actividad, las condiciones de temperatura y humedad relativa, la utilización de espacios comunes (vestuarios, comedores, etc.).

Con todo ello, los servicios de prevención de riesgos laborales asesorarán al empresario o empresaria, consultarán a las personas trabajadoras y considerarán sus propuestas.

 La Ponencia de Alertas, Planes de Preparación y Respuesta recomienda que, en el entorno laboral, con carácter general, no sea preceptivo el uso de mascarillas y recuerda que la evaluación de riesgos del puesto de trabajo será la actividad que permitirá tomar una decisión sobre las medidas preventivas adecuadas que deben implantarse, incluido el posible uso de mascarillas si así se derivara de la misma. Se recomienda el uso responsable en población trabajadora vulnerable que tenga contacto prolongado con personas a distancia menor de 1,5 metros.

 

c.- En el entorno familiar, reuniones de amigos, o celebraciones privadas.

El riesgo de transmisión es elevado, especialmente si hay alguna persona con síntomas y el impacto es variable, en función de la presencia de personas vulnerables. Sin embargo, es un entorno en el que la adherencia a la recomendación de uso de mascarilla es baja y, sin embargo, el riesgo de no utilizarla en este contexto es moderado-alto.

La Ponencia de Alertas, Planes de Preparación y Respuesta recomienda: Uso responsable en función de la vulnerabilidad de los participantes en la reunión.

 

d.- En espacios cerrados de uso público en los que las personas transitan, como los comercios (grandes centros comerciales, supermercados o pequeño comercio), los museos, las exposiciones, etc. el riesgo de transmisión se considera bajo siempre que sea posible mantener la distancia de más de 1,5 metros entre las personas, sin embargo, el impacto puede ser moderado teniendo en cuenta la diversidad de personas expuestas, entre las que podría haber vulnerables.

La Ponencia de Alertas, Planes de Preparación y Respuesta recomienda el uso responsable de la mascarilla en estos espacios.

 

e.- En espacios cerrados en los que las personas permanecen un tiempo sin comer ni beber, como los cines, teatros, salas de conciertos, etc. y espacios cerrados donde se realizan otras actividades que por su naturaleza pueden suponer un incremento del riesgo, no sólo por el hecho de comer y beber (gimnasios, salas de baile, …) el riesgo de transmisión sin mascarilla puede ser alto.

En estos espacios, se puede concentrar mucha población, con poca distancia interpersonal, a veces durante varias horas. Si bien muchos de estos espacios cuentan con sistemas de ventilación excelentes dotados con filtros de alta eficiencia, esta ventilación no siempre está garantizada. Es por ello, que, en este ámbito, la probabilidad de transmisión en ausencia de mascarilla puede ser elevada y el impacto podría ser moderado teniendo en cuenta la diversidad de personas expuestas, entre las que podría haber vulnerables.

La Ponencia de Alertas, Planes de Preparación y Respuesta recomienda el uso responsable de la mascarilla en espacios cerrados en los que las personas permanecen un tiempo largo sin comer ni beber.

 

f.- En espacios cerrados en los que las personas permanecen un tiempo comiendo y bebiendo (bares, restaurantes, locales de ocio nocturno…), la probabilidad de transmisión se considera elevada.

El impacto en términos de gravedad clínica de la enfermedad es variable, pudiendo ser elevado si incide sobre personas vulnerables. Por otra parte, hay que tener en cuenta que el uso de las mascarillas en los restaurantes y bares es intermitente y su efectividad probablemente será baja en este contexto. El riesgo de no utilizar la mascarilla en ningún momento en este ámbito probablemente no sería mucho mayor que el riesgo asociado al uso intermitente sólo cuando las personas se levantan de la mesa.

La Ponencia de Alertas, Planes de Preparación y Respuesta recomienda el uso responsable de la mascarilla en espacios cerrados en los que las personas permanecen un tiempo comiendo y bebiendo.

Mascarillas ámbito educativo

 

Recomendaciones en el ámbito educativo

El uso de las mascarillas en la población infantil ha tenido un impacto negativo importante en el bienestar de esta población, influyendo en el aprendizaje y las relaciones sociales por lo que se considera que, en el ámbito escolar, aun existiendo un riesgo de transmisión con la retirada de las mascarillas, en principio con un impacto de morbi-mortalidad reducido, el beneficio asociado a la retirada/eliminación es mayor.

En población mayor de 12 años (secundaria, bachillerato, universidad, formación profesional, etc.), el impacto en términos de gravedad clínica de la COVID-19 sigue siendo más bajo que en la población general. En estos grupos de edad, el uso de mascarilla tiene un impacto en la interacción social y desarrollo personal por lo que el beneficio de la retirada de la mascarilla en interiores podría superar el posible riesgo de transmisión asociado a este grupo.

En el caso del profesorado, el impacto en términos de gravedad clínica de la enfermedad puede ser mayor que para la población infantil o juvenil, especialmente si se trata de personas vulnerables. Sin embargo, la mayor parte de esta población está vacunada, por lo que este impacto se reduciría por la protección que confiere la vacuna.

La Ponencia de Alertas, Planes de Preparación y Respuesta recomienda:
– No utilizar la mascarilla por parte de los alumnos en el ámbito escolar.
– El uso responsable de mascarillas en personas vulnerables en el ámbito escolar.