La cefalea o dolor de cabeza es uno de los trastornos más comunes del sistema nervioso. Según datos de la Organización Mundial de la Salud, al menos en el último año el 50% de los adultos la ha padecido alguna vez y afecta a personas de todo el mundo, edades y razas.
Cuando las cefaleas son recurrentes y frecuentes, pueden afectar las relaciones sociales del individuo y su vida laboral. Incluso cuando se producen de manera crónica pueden ir asociados a síntomas de ansiedad y depresión.
Existen muchos tipos de cefaleas, siendo las más comunes:
- Cefalea tensional: es la más común. Es más frecuente en mujeres que en hombres. Y está ocasionada por problemas osteomusculares del cuello y agravada por el estrés. Puede durar horas o varios días. El dolor es descrito como una opresión alrededor de la cabeza que puede surgir del cuello o irradiarse hacia él. Puede guardar relación con el estrés o con problemas osteomusculares del cuello.
- Migraña o jaqueca: Suele aparecer en la pubertad y afectar más frecuentemente a mujeres, entre 35 y 45 años. En ella se produce una actividad cerebral anormal, influenciada por factores hormonales produciéndose una liberación de sustancias proinflamatorias alrededor de las estructurales nerviosas y vasculares de la cabeza. El dolor desencadenante puede ser de moderado a severo, con sensación pulsátil, unilateral, y que empeora con la actividad. Puede verse acompañado de náuseas y vómitos. Ciertos alimentos pueden desencadenar una migraña.
- Cefalea en brotes o racimo: Es mucho menos común, y más frecuente en hombres que en mujeres. Se producen episodios muy dolorosos de cefalea en torno a un ojo, que lagrimea y se enrojece. Puede acompañarse de rinorrea u obstrucción de la fosa nasal del lado afectado, y el párpado puede estar caído. Son de duración breve, pero pueden ser recurrentes, incluso en el mismo día.
- Cefalea de rebote: El consumo crónico y excesivo de fármacos para combatir las cefaleas puede producir una cefalea secundaria. Más frecuente en mujeres. Suele ser peor al despertar.
- Otros tipos: tumoral, infecciones, accidentes cerebrovasculares, drogas, alcohol, falta de sueño, fármacos, consumo de helado, traumatismos, cambios de temperatura o presión, etc.
Las cefaleas pueden producir incapacidad y reducción de horas y días de trabajo con la consecuente merma en la productividad. Por tanto debería consultarse a un médico para poder acotar el diagnóstico y el tratamiento oportuno.
Determinadas profesiones expuestas a turnicidad y nocturnidad (sanitarios, bomberos, cuerpos y fuerzas de seguridad, etc.) son más propensos a sufrirlas. Y asimismo profesiones con mayor exposición al ruido o al estrés. Y las cefaleas es una de las patologías más frecuentes que sufre el trabajador en relación con su puesto de trabajo.
¿Cómo disminuir la aparición de cefaleas?
- Evitar ciertos alimentos que pueden ser desencadenantes del dolor: chocolate, quesos curados, carne, comidas grasas, especias, etc.
- Evitar el consumo de bebidas alcohólicas.
- Consumir bebidas con cafeína con moderación.
- Evitar el ayuno prolongado
- Mantener horarios regulares de sueño, y dormir un número suficiente de horas pero no excesivo.
- Evitar el estrés y las sobrecargas tanto laborales como extralaborales. Poner en práctica técnicas de relajación.
- Realizar ejercicio físico de manera regular. E incluir ejercicios de estiramiento y fortalecimiento de columna vertebral.
- Evitar ruidos fuertes.
- Evitar la automedicación y el abuso de fármacos. En el caso de tener que tomar analgésico tomarlo al inicio del dolor y no dejar que este se instaure.
- Acudir a su médico si el dolor es tras un traumatismo en la cabeza o cuello. Si no mejora aún con tratamiento analgésico. O si es muy intenso y nunca antes lo había padecido, en especial si es mayor de 50 años.