LA PANDEMIA NOS HACE REFLEXIONAR COMO DEBEN SER LOS ESPACIOS DE TRABAJO
La pandemia ha supuesto unas modificaciones sustanciales a la hora de realizar los trabajos y al igual que en el siglo XIX con la Revolución Industrial los trabajadores pasaron de hacer individualmente y de forma artesana las diferentes tareas en sus pequeños talleres a desarrollarlas juntamente con maquinaria sofisticada en las fábricas, ahora muchos trabajos se pueden deslocalizar.
Pero no todos los trabajos pueden desarrollarse fuera de los locales de las empresas, algunos son presenciales en su totalidad, otros son parcialmente desarrollables a distancia y otros pueden deslocalizarse hasta de país o de continente. En todos los casos debe tenerse presente y prioritaria la formación del trabajador, ya que una buena formación le convierte en más productivo para la empresa y en una mayor estabilidad emocional, de conciliación familiar, etc., circunstancia esta que actualmente prima a la hora de buscar y elegir trabajo.
El avance de las comunicaciones y de la transformación digital de las empresas, hacen
que se enfrenten ahora al reto de atraer a la oficina a los trabajadores, que optan ampliamente por el teletrabajo (hay estudios que están por encima del 90%), ya que muchos proyectos innovadores, arriesgados y experimentales, exigen la participación de mucha gente de diferentes campos del saber y fluye un intercambio constante de ideas a contrastar entre los participantes.
Es conveniente, para todos, el sacar a los trabajadores que teletrabajan de la zona de confort en la que tenemos tendencia a instalarnos y donde ya no se adquiere progresión alguna. Puede ser cómodo, pero no te hace feliz ni productivo.
Actualmente las empresas están pensando como y que tareas pueden realizarse a distancia, que modalidad de trabajo a distancia, su flexibilidad y que presencialidad mínima deben implantar.
¿Cómo serán las oficinas próximamente?
Una de las ventajas del teletrabajo es que disminuyen los desplazamientos, con el añadido de eliminación de accidentes in itinere, disminución de gasto en combustibles, mejora ambiental de las ciudades, utilizar el tiempo de los desplazamientos para disponer de una hora diaria más -dos en las grandes urbes- para realizar otras actividades, etc.
Por otro lado, tras la pandemia la distancia interpersonal hace que necesitemos más espacio, por lo que hay que gestionar el que tenemos y adaptarlo al teletrabajo. Se calcula que será necesario utilizar unos doce metros cuadrados por cada trabajador presencial.
Para ello, desde EMESA Prevención pensamos que:
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- El diseño de las nuevas oficinas deberá tener en cuenta estas y otras muchas cosas, como: espacios de representación para recibir clientes, como dedicar espacio para reuniones hibridas -presenciales y virtuales-, puestos de trabajo multiuso por cualquier empleado el día que se traslade a la oficina, espacio destinado al ocio y a socializar entre los empleados, espacio dotado de bebida y comida frugal a precio reducidos, etc.
- Deben ser locales mixtos que permitan trabajo presencial, teletrabajo y trabajo mixto -presencial y a distancia-.
- Puestos de trabajo flexibles que puedan ser utilizados por el trabajador cuando vaya a la oficina, sin sitio fijo. Esto será posible cuando la empresa elabore políticas de papel cero y utilización de la nube para archivo documental de trabajo.
- El centro de trabajo debe ser un entorno saludable para el trabajador donde realizar políticas de bienestar corporativo, flexibles e informales que posibiliten socializar con los compañeros.
- El centro de trabajo y sus correspondientes áreas deben ser sostenibles para reducir la carga de carbono. Utilizar responsablemente la energía verde, contar con ventilación natural, política de reciclar y eliminar residuos, emplear materiales ignífugos, descartar máquinas que produzcan gases de efecto invernadero, etc.
Hay que adecuar los espacios empresariales en tres dimensiones de áreas con similar porcentaje:
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- Espacios de trabajo presencial conservando su papel institucional, de espacio de relación con el cliente y escaparate de la marca y la cultura corporativa. (40/50% de metros cuadrados)
- Espacios creativos, formativos y colaborativos de proyectos innovadores, arriesgados y experimentales. (25/30% de metros cuadrados)
- Espacios de descanso y de socialización entre empleados y con clientes que nos visiten. (20/30% de metros cuadrados)