La European Commission elaboró, en octubre de 2018, una Guía para evaluar la calidad de las evaluaciones de los riesgos y las medidas de gestión del riesgo con respecto a la prevención de los riesgos psicosociales.
Debe entenderse que son sugerencias y recomendaciones generales, ya que cada país miembro está sujeto a las legislaciones vigentes en cada territorio.
Definiciones
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) define los riesgos psicosociales en términos de interacciones entre el contenido del trabajo, la organización y la gestión del trabajo y otras condiciones organizativas y ambientales, por una parte, y las competencias y necesidades de los trabajadores, por otra.
Estas interacciones pueden resultar peligrosas para la salud de los trabajadores en función de sus percepciones y experiencias.
De acuerdo con una definición más simple, los riesgos psicosociales son aquellos aspectos de la concepción, la organización y la gestión del trabajo, junto con sus contextos sociales y ambientales, que tienen el potencial de provocar daño psicológico, social o físico.
El riesgo psicosocial en el trabajo se refiere a la probabilidad de que algunos aspectos de la concepción, la organización y la gestión del trabajo, junto con sus contextos sociales y ambientales, tengan resultados físicos, psicológicos y sociales negativos.
- El acoso se produce cuando una persona intenta de forma repetida y continuada atormentar, agotar, frustrar o provocar a otra.
- La intimidación se refiere a una situación en la que, de modo recurrente durante un período de tiempo, una o varias personas perciben que son siempre receptoras de acciones negativas por parte de una o varias personas, en una situación en la que la persona objeto de la intimidación tiene dificultad para defenderse contra dichas acciones.
- La violencia de terceros se refiere a las amenazas, a la violencia física y a la violencia psicológica (por ejemplo, violencia verbal) que proviene de terceros, como clientes y pacientes que reciben bienes o servicios.
- El estrés es la reacción que pueden experimentar las personas ante exigencias y presiones laborales que no se ajustan a sus conocimientos y capacidades y que ponen a prueba su capacidad para afrontar la situación.
Algunos ejemplos de indicadores organizativos e individuales de estrés relacionado con el trabajo:
1.- Indicadores organizativos:
- absentismo, alto grado de rotación del personal, impuntualidad, problemas disciplinarios, intimidación, comunicación agresiva y aislamiento.
- deficientes resultados o calidad del producto o servicio, accidentes, toma de decisiones inadecuadas y errores.
- aumento de los costes de la asistencia sanitaria o las indemnizaciones, consultas a los servicios de salud.
2.- Indicadores individuales:
- consumo de drogas, tabaco y alcohol.
- violencia, acoso e intimidación.
- problemas para conciliar el sueño, trastornos de ansiedad, depresión, imposibilidad de concentrarse, irritabilidad, problemas en las relaciones familiares y agotamiento.
- problemas de espalda, problemas cardíacos, úlceras de estómago, hipertensión y sistema inmunológico deprimido.
Desde EMESA Prevención, trabajamos en estrecha colaboración con las organizaciones para implementar medidas de prevención en origen que permitan modificar los estresores a nivel de la empresa y del entorno laboral.
Las empresas necesitan un plan de acción claro y efectivo para prevenir y manejar situaciones de riesgo en el lugar de trabajo.
Capacitación profesional para el manejo y prevención de factores de riesgo psicosocial en el lugar de trabajo.
Ver nuestro portal de riesgos psicosociales y nuestro catálogo de cursos en nuestra web:
Nuestras actuaciones
1.- Realización de protocolos
2.- Cursos Aula Ramazzini y Aula virtual
3.- Talleres formativos experienciales
4.- Evaluación específica de riesgos
5.- Asesoramiento para empresas
6.- Medidas de prevención en origen
7.- Medidas para aumentar los recursos personales
8.- Medidas de apoyo terapéutico individual o grupal