Desde EMESA Prevención estamos convencidos que las vacunas existentes hasta ahora han salvado vidas, pero no han frenado la pandemia. Ahora en una segunda fase se están actualizando con las cepas, variantes, sublinajes, etc., que están circulando y ello contribuirá a darnos más tiempo para buscar la vacuna más efectiva y definitiva. Pero hay que desarrollar nuevos ensayos clínicos para erradicar al virus.

¿Cómo acabar con la transmisión comunitaria?

Para acabar con la transmisión comunitaria del virus, hay tres aspectos sobre los que hay que trabajar:

  • No abandonar medidas generales de protección frente al virus.
  • Cortar la puerta de entrada del virus al organismo. Investigar vacunas esterilizantes.
  • Cobertura vacunal mundial.

Las medidas generales de protección contra el virus no deben de abandonarse, pueden relajarse si la situación epidémica en algún momento concreto lo permite, pero son aspectos sanitarios generales de higiene que han venido para quedarse en nuestras reglas sociales. La ventilación de las estancias, el lavado de manos, el uso de mascarillas, etc., son normas sociales transmitidas de generación en generación, algunas con connotaciones religiosas, que hemos ido abandonando de nuestras ancestrales costumbres.

Encontramos en la Historia su antecedente en los refranes populares de “donde entra el sol, no entra el médico”, la higiene de manos antes de comer recogida en textos sagrados de algunas religiones, el uso de máscaras, algunas diseñadas con un gran pico de ave o larga nariz como las que se utilizaban en tiempos de la peste europea.

 

Transmisión covid 19

 

La investigación de nuevas vacunas esterilizantes, que sean capaces de neutralizar al virus, es la prioridad de los científicos. El desarrollo de un nuevo fármaco o vacuna tarda muchos años en ejecutarse. Por eso la investigación rápida de las actuales vacunas han servido oportunamente para salvar vidas, pero no neutralizan al virus y este sigue mutando y modificándose.

Hay grandes esperanzas en las vacunas intranasales, que son esterilizantes ya que bloquean la puerta de entrada del virus, pero que no llegarán como pronto hasta finales de 2023. Sería el único modo de cortar la transmisión.

 

Vacuna adn y arn

 

Hay estudios científicos de hasta siete vacunas diferentes intranasales en todo el mundo que ya están en ensayos clínicos y tres de ellas están en fase tres. La de China y la India, basadas en adenovirus, son las más avanzadas. Está en estudio otra basada en un virus inactivado, pero con problemas de aprobación, ya que es una técnica que en salud humana no se utiliza.

La cobertura vacunal mundial es clave, no solo para reducir la transmisión, sino para eliminar la posibilidad de aparecer nuevas variantes.

La OMS debe impulsar y facilitar los acuerdos económicos, de logística, etc., para que todos los países puedan acceder a la vacunación y su transporte en condiciones ambientales, hasta los puntos de vacunación más recónditos.

Se trata de una tarea difícil de programar y ejecutar, pero hay que llevar la vacuna a cualquier lugar donde pueda llegar el virus. No basta con que actuemos en los países más avanzados, la globalización de las intercomunicaciones de las personas hace que se desarrollen canales de distribución del virus o de sus variantes.

Las desigualdades sociales hacen baldíos aquellos esfuerzos que no se hagan de una manera global, rápida y coordinada.

 

Lucha mundial contra covid

 

De momento el virus seguirá cambiando y aparecerán reinfecciones y rebrotes cada cierto tiempo. Incluso reinfecciones simultaneas para distintas cepas y variantes.

“Mencion-especial-de-la-Comunidad-de-madrid”