La viruela del mono, conocida como “Monkeypox” (MP) en la comunidad médica internacional, es una infección viral zoonótica (transmitida al ser humano desde los animales) causada por un miembro del género Orthopoxvirus de la familia Poxviridae.
El virus “Monkeypox” (MPVX) fue descubierto en un laboratorio danés en 1958 al identificarse como el agente causal de una enfermedad en monos Cynomolgus semejante a la viruela humana. Inicialmente, se consideró que el hombre era poco susceptible a este nuevo virus, pero en 1970 se demostró su carácter de zoonosis, al confirmarse su trasmisión a un niño de 9 meses de edad (Human Monkeypox- H-MPVX)) en la República Democrática del Congo. La enfermedad en humanos se ha mantenido endémica en países del África Central y, fuera de África , se produjo un brote multi-estatal de casos en los Estados Unidos de América en el año 2003, entre personas que habían tenido contacto con animales importados. La enfermedad, acaba de saltar a los medios de comunicación al producirse a partir de mayo de 2022, un brote en humanos que residen fuera de Africa que supera en menos de un mes de evolución más de 3000 casos en más de 50 naciones del mundo. El brote está vinculado fundamentalmente, pero no exclusivamente, a grupos de hombres que tienen sexo con hombres (HSH).
¿Qué vacunas hay disponibles?
Las primeras vacunas, sin conocerse siquiera la naturaleza viral de la viruela, se hicieron a partir del material de las pústulas de la viruela bovina. Posteriormente, el virus de la vacuna sustituyó a las cepas atenuadas de la Viruela bovina, para la inmunización en masa de las poblaciones antes de la erradicación de la viruela.
Se administraba por escarificación con una aguja bifurcada, induciendo una sufusión en la piel sobre la que aparecía:
- Una pápula ente los dos y cinco días siguientes,
- Que evolucionaba a vesícula y pústula del octavo al décimo día.
- La pústula vacunal alcanzaba hasta 1 cm de diámetro,
- Que finalmente se secaba y producía más costra,
- Tras la caída, ente el día 14 y el 21, dejaba una cicatriz.
- Era frecuente el desarrollo de una adenopatía regional.
La eficacia de esas vacunas frente a la viruela se estima completa en los primeros años, muy importante en los veinte siguientes y con protección frente a enfermedad severa, de más largo recorrido, probablemente de por vida.
Estas vacunas, sin embargo, tenían sus complicaciones.
- Una de ellas era la extensión local de la lesión de inoculación vacunal a una lesión necrotizante o gangrenosa, a veces con poco componente inflamatorio, de elevada mortalidad, y que se ha descrito incluso en inmunocompetentes.
- Otra complicación más frecuente (4,6 casos por millón de vacunados) era el llamado Eczema Vaccinatum, o extensión por inoculación sobre pieles atópicas o con otras enfermedades cutáneas, del propio vacunado o de contactos accidentales. Como en la complicación anterior se trataba con suero hiperinmune.
- La extensión generalizada de la lesión de la vacuna era otra complicación, difícil de justificar. Solía ser autolimitada y en general no precisaba tratamiento y su incidencia se estimaba en las grandes series de vacunación en 242 casos por millón de vacunados.
- Finalmente, podía aparecer una encefalomielitis entre el día 11 a 15 de la primo vacunación que no se describía en las revacunaciones. Su incidencia era de entre 2,9 a 12,3 casos por millón de vacunados. En los niños menores de dos años podían producirse lesiones focales con afasia o hemiplejía de presentación más cercana a la vacunación.
Una vacuna producida con una cepa atenuada, no replicante y aprobada para la Viruela y la Viruela del Mono(AVA/ANKARA) podría considerarse en el inmunodeprimido y está licenciada para su uso en situaciones de emergencia.
Tiene diferentes nombres en distintas regiones (Invanex; Jynneos; Imvamune). Fue aprobada por la EMA en 2013 para la prevención de la viruela humana en adultos a partir de los 18 años (ficha técnica actualizada en abril de 2022 en español). En EE. UU. recibió la aprobación para la prevención de la viruela humana y la del mono en 2019.
Medidas de control medioambiental que se recomiendan:
- La ropa de cama, toallas, etc., se debe lavar en una lavadora estándar con agua caliente (60 grados) y detergente.
- Se puede agregar lejía, aunque esta no es necesaria.
- Se debe tener cuidado al manipular la ropa sucia para evitar el contacto directo con el material contaminado.
- La ropa sucia no debe sacudirse ni manipularse de manera que pueda dispersar partículas infecciosas.
- Los platos sucios y los utensilios para comer deben lavarse en un lavaplatos o a mano con agua caliente y jabón.
- Las superficies y objetos contaminados deben limpiarse y desinfectarse con un desinfectante de uso hospitalario o con una dilución de 1:100 de hipoclorito sódico (lejía) de uso doméstico (104, 105).
¿Pronóstico de la Viruela del mono en humanos?
La tasa de letalidad de la viruela del mono ha variado entre el 0 y el 11% en la población general de países africanos, y es mayor entre los niños pequeños. Además, las personas menores de 40 o 50 años (dependiendo del país) pueden ser más susceptibles a la viruela del mono como resultado de la finalización de la vacunación rutinaria contra la viruela en todo el mundo tras la erradicación de la viruela. El virus que circula actualmente en España, presenta una mortalidad muy baja.
Datos extraídos de los informes del COMITÉ CIENTÍFICO SOBRE LA COVID 19 Y PATÓGENOS EMERGENTES DEL ICOMEM