Continuando con las publicaciones que hemos realizado sobre el sol y sus efectos (EFECTOS DEL SOL) y (DÍA MUNDIAL CONTRA EL CÁNCER DE PIEL), EMESA PREVENCIÓN quiere hacer algunas aclaraciones y recomendaciones sobre la manera de protegernos de los efectos dañinos de la radiación solar.

La primera barrera y la más efectiva que no debemos olvidar es la ropa. Ya que las lesiones asociadas a la exposición solar excesiva se suelen dar en las áreas descubiertas de nuestra piel (cara, orejas, labios, etc). Por tanto, es fundamental sombreros de ala ancha y ropa que nos cubra cuando vayamos a estar expuestos mucho tiempo al sol, especialmente en las horas centrales del día (11-16h).

 

sombrero ala ancha proteccion

 

En la actualidad existen prendas confeccionadas con tejidos que nos ofrecen una protección solar extra, aunque ésta depende del entramado del tejido, color y del grosor. Hay prendas como por ejemplo unos pantalones vaqueros, que nos ofrecen un factor de protección total, pero no la usamos para practicar deporte al aire libre o para estar en la playa o piscina. Influye también si la prenda está mojada o no, ya que si lo está se reduce sustancialmente su efecto protector, y es un detalle a tener en cuenta si se va a utilizar por ejemplo para protegerse cuando uno se está bañando o uno ha sudado.

No olvidarnos tampoco de usar gafas solares para proteger nuestros ojos donde también las radiaciones solares pueden producir lesiones.

La ventaja de usar este tipo de productos frente a los protectores solares clásicos es que su protección permanece inalterable al roce y uso y no hace falta reaplicación. Ni tampoco tiene efectos dañinos para el ecosistema por contaminación del agua del mar, ya que la mayoría de los componentes de los protectores solares pueden tener un efecto tóxico para la flora y fauna marina.

 

PROTECCIÓN EN LA PLAYA

 

Protectores solares

En Europa, la legislación regula la clasificación de los protectores solares cosméticos según su factor de protección solar (SPF). Este factor es un índice que nos indica cuanto aumenta el tiempo de exposición solar sin quemarnos.

Existen cuatro categorías de nivel de protección según el SPF:

  1. Baja (6 y 10)
  2. Media (15, 20 y 25)
  3. Alta (30 y 50)
  4. Muy alta (50+)

 

protección solar infantil

 

Según el fototipo (capacidad que tiene nuestra piel para absorber las radiaciones de tipo solar), que tenga cada persona y el índice de rayos UV se recomienda un SPF de un nivel u otro. En nuestro país en verano se recomendaría alta o muy alta para la mayoría de las exposiciones.

Es muy importante recordar que hay que aplicar una cantidad suficiente de producto y reaplicar cada de manera frecuente, cada 2-3h y después de los baños. Y aplicarlo unos 20-30 minutos antes de la exposición ya que algunos protectores necesitan un tiempo para actuar (filtros químicos).

Los protectores solares se encuentran en la actualidad en numerosos formatos (crema, gel, polvo, barra, etc.) y pueden contener filtros físicos (bloquean la radiación solar) o químicos (la absorben neutralizando sus efectos dañinos) o ambos. Los filtros químicos no suelen ser recomendados para personas con piel sensible o alergias, pero a la vez tienen la ventaja de que suelen ser menos pesados en la piel sin producir el efecto máscara blanca.

Es fundamental recordar que además de usar el protector solar deberíamos reducir la exposición solar buscando la sombra, y evitando las horas centrales del día.

El índice de radiación UV mide la intensidad de la radiación UV. Cuando es moderada o alta existe necesidad de protección frente a ella. En España durante el verano puede llegar a ser muy alta o extremadamente alta en muchas partes del país.

Fototipos

Se establecen diferentes fototipos que son tipos de piel en función de su respuesta ante la exposición solar:

  • Tipo I: Personas con piel blanca, pelirrojos, con ojos claros (azules o verdes) y pecas. Presentan fácilmente quemaduras importantes después de exponerse al sol. No se broncean nunca.
  • Tipo II: Personas rubias, con ojos claros (azules o verdes). Se queman con facilidad y en alguna ocasión llegan a broncearse.
  • Tipo III: Corresponde a la raza caucásica. Tienen ojos grises, pelo castaño, raramente se queman y llegan a broncearse, si consiguen no quemarse.
  • Tipo IV: Son morenos de piel y con ojos oscuros (marrones o negros). Sufren quemaduras mínimas y se broncean muy fácilmente.
  • Tipo V: Personas con piel y ojos muy oscuros. Habitualmente no se queman y se broncean rápidamente y de color muy intenso.
  • Tipo VI: Personas de raza negra. En alguna ocasión también pueden quemarse.

A la hora de usar protección solar debemos también tener en cuenta si es la primera exposición o si estamos ya bronceados y las diferentes partes del cuerpo.