DETECTADOS CASOS DE FIEBRE HEMORRAGICA POR VIRUS DE CRIMEA-CONGO EN ESPAÑA.

La garrapata es el vehículo transmisor de un virus hemorrágico que en España ha causado ya 2 muertos y se extiende hacia arriba del paralelo 50.

EMESA PREVENCIÓN, como servicio de prevención ajeno de riesgos laborales, quiere informar de la aparición en España de una enfermedad transmitida por artrópodos vectores, se trata de una garrapata del género Hyalomma. Dicha garrapata se encuentra en toda España salvo en la cornisa cantábrica y es huésped de animales como caballos, corzos, gamos, ovejas, cerdos, jabalíes, conejos, etc., que abundan en nuestro país.

La afecta el frío porque no le deja terminar su ciclo vital de -larvas, ninfas y adultos- y en cambio el calor acelera el proceso. Pero los inviernos cada vez más cálidos hacen que algunas lo consigan. Además, las aves migratorias la transportan de otros climas más cálidos. También aumenta la posibilidad por la proliferación descontrolada en nuestros montes de algunos animales como los jabalíes o la repoblación de corzos y gamos.

Las picaduras de garrapata constituyen un motivo de consulta muy frecuente, sobre todo en la época estival. En general, tras la picadura se produce una lesión local leve autolimitada (pápula pruriginosa, eritema) que no requiere asistencia sanitaria. Con menor frecuencia aparece una lesión cutánea más extensa (celulitis, úlcera necrótica) que puede precisar tratamiento local. Sólo en un pequeño porcentaje de picaduras de garrapata se producen complicaciones (enfermedades infecciosas trasmitidas por garrapatas, EITG). Estas pueden ser:

  • Enfermedades infecciosas.
  • Reacciones alérgicas.
  • Neurotoxicidad por garrapatas.

En España, las enfermedades infecciosas transmitidas por garrapatas (EITG) más frecuentes son:

  1. La fiebre botonosa o exantemática mediterránea
  2. La enfermedad de Lyme y Debonel/Tibola.

Antes del año 2016 sólo se había detectado el virus en una zona concreta de la provincia de Cáceres, en garrapatas capturadas en unas fincas cercanas a la frontera con Portugal. Sin embargo, se confirma que en algunas zonas de España hay un porcentaje importante de garrapatas infectadas y zonas de circulación del virus. En 2018 falleció en su tierra de Ávila un cazador contagiado en Badajoz.

Ante un paciente que acuda con una picadura de garrapata se le explicará que el riesgo de desarrollar una enfermedad es limitado, pero se le indicará que mantenga la observación durante 4 semanas desde la fecha de la picadura (el máximo periodo de incubación de las EITG es de 32 días), indicando que si aparecen manifestaciones clínicas debe acudir a su médico.

Prevención y control.

Según la Red de Investigación Colaborativa de Padecimientos Tropicales del ISCIII, hay que mantener un control de animales huésped y garrapatas vectores.

Control en animales y garrapatas.

Es difícil prevenir o controlar la infección en los animales y las garrapatas, debido a que tanto el ciclo garrapata-animal huesped-garrapata como la infección de los animales domésticos suelen pasar desapercibidos. Además, las garrapatas que pueden actuar como vector son numerosas y están muy extendidas, de modo que combatirlas con acaricidas (productos químicos que las matan) solo es una opción viable en las instalaciones ganaderas. No se dispone de vacunas para los animales.

Reducir el riesgo de transmisión de garrapatas al ser humano:

En trabajos agrícolas y ganaderos es donde mayor riesgo de contagio puede haber, por lo que hay que extremar las precauciones de contagio.

  • Usar ropa protectora (manga larga, pantalones largos);
  • Usar ropa de color claro para poder detectar fácilmente las garrapatas adheridas a ella;
  • Usar acaricidas autorizados (productos químicos que matan las garrapatas) en la ropa;
  • Aplicar repelentes autorizados en la piel y la ropa;
  • Examinar regularmente la ropa y la piel en busca de garrapatas y, en caso de encontrar alguna, eliminarla de forma segura;
  • Procurar eliminar o controlar las infestaciones por garrapatas en los animales y en los establos y graneros;
  • Evitar las zonas en que abunden las garrapatas, especialmente en las estaciones en que están más activas.